Un cuento de hadas


Te marchabas y las luces de tu carro se perdía al doblar la esquina, yo me quedaba ahí sumido en el silencio viendo como te ibas. Concentrado en tu partido, no me di cuenta que regresabas por el otro lado, me quede sin habla e inmóvil te bajaste del carro y corriste abrazarme, te colgaste de mi cuello y me besaste. Dijiste que me extrañaste y que siempre me extrañarías. Que cada día sin mi no era un día completo, o que si un día no me vieras lo único que querías era escuchar mi voz. Y yo seguía mudo, mis ojos brillaron y sentí que una sonrisa se dibujaba en mi rostro.

Después me abrazaste, apretándome a tu cuerpo y soltando tu aroma, me abrazaste como si fuera el último día que me fueras a ver. Después te apartaste y me diste un beso en la mejilla y después en los labios. Al final me susurraste al oído un te amo.

Una lagrima rodó por mi mejilla y me hizo ver como las luces rojas de tu carro se perdían al doblar la esquina, gire bruscamente al sentido contrario para ver si regresabas, espere un largo tiempo y no volviste. Solo había sido un cuento de hadas, solo eso…un cuento.

Cruz Alejandro Gómez Madrigal

Comentarios

  1. Definitivamente... mi favorito.

    A veces las cosas buenas que pasamos, son solo eso... sueños.

    No me despiertes.

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