Ojos Amarillos cuento alternativo

El dia comienza, una mañana más en la vida de miguel; levantarse, bañarse, no alcanzar a desayunar porque siempre salía con minutos de retraso hacia la escuela donde era maestro de física en la preparatoria no. 5, la rutina de simpre.

Todo era perfecto, se acabaron las horas de clase, regreso a su casa en su carro viejo pero leal ya que rara vez se le descomponía, todo era como siempre la señora gorda haciendo ejercicio en el parque, la colegiala coqueteando con las personas adultas, los policías deteniendo al mismo maleante de siempre, miguel lo veía muy raro de que siempre detenían al mismo ladrón pero era un pensamiento que se guardaba y no lo expresaba. Todo iba normal como siempre , llegando a su casa vio a gente fisgoneando hacia la casa que estaba enfrente de la suya ; - la sensación del día llegaron nuevos vecinos- pensó , se le hacia raro la casa que iban habitar, pues la casa que esta enfrente de la suya era una casa antigua, una casa vieja, mejor dicho una casa abandonada. Le pareció aquello extraño ya que nadie había querido habitar esa casa en años dada a la leyenda que se creo alrededor de la casa, que la gente aparecía muerta pero que antes de morir veían unos ojos grandes y amarillos, que nadie sobrevivía para contarlo, algo entupido -pensó- . sin darle mas importancia al asunto estaciono su carro y se metió a su casa; al entrar a su casa tiene una colección de libros antiguos y unas cuantas replicas de cuadros pintados al óleo, se preparo algo de cenar y se fue acostar, en lo que el sueño lo invadía pensó – otro día normal-.

Pasaron algunas semanas para que un día se despertara con la liguera sensación de que este día seria diferente a los demás. Se levanto hizo la rutina de siempre, -no va a pasar nada- se dijo así mismo,-todo será igual-. Saliendo de su casa vio patrullas y una ambulancia que estaban en la casa abandonada, las escenas pasaban rápido ante sus ojos pero se pararon justamente en el momento que los paramédicos iban saliendo con un cadáver, al ver le tamaño juzgo que era el de un niño, no se pudo contener y fue a preguntar. Lupita lo saludo cordialmente y le empezó a relatar lo que había pasado, - era la hija mas pequeña y sufrió un ataque al corazón, murió ayer 5 de marzo en la madrugada –, miguel quedo impresionado, subió a su carro y se fue.

Llego la hora de comer, pidió permiso para salir temprano de la escuela, al llegar a la esquina de la paletearía se le antojo un helado y fue por el, saliendo de la nevaría una enorme sombra negra salto frente a sus ojos brincando del susto tiro la nieve embarrándose toda la camisa, maldijo una y otra vez.

En el camino a casa la imagen de la sombra pasaba por su mente seguido, se acordó de la niña y de la tonta leyenda pero pensó que eran coincidencias.

Al llegar, la casa abandonada se veía otra vez abandonada, al día siguiente era sábado y no trabajaba. Se levanto, y se dispuso a salir a correr algo tarde a lo acostumbrado, se puso su pants y su camisa sport, al salir de su casa vio una gran cantidad vestida de negro, iban al velorio de la niña, supuso el, se dispuso a empezar a correr pero no podía dejar de voltear a ver la casa ya que sentía que alguien lo observaba se paro y miro la casa detalladamente, nunca lo había hecho, tenia un estilo gótico y tenebroso paso la vista por las ventanas y observo a la gente platicando y dando el pésame a los padres.

Seguía observando, termino de recorrer el primer piso con la vista , pero en la primera ventana del segundo piso vio quien lo estaba observando, era una niña pálida y en sus brazos cargaba un enorme gato, parecía mas bien una sombra, volteo de nuevo y la niña ya no estaba, la busco con la vista y apareció en la segunda ventana y ahí estaba, la niña desapareció de repente y se paro en la tercera ventana, después en al cuarta y después desapareció por completo, se quedo sin habla no quiso pensar nada de lo sucedido y se fue a caminar.

Llegando a su casa tuvo la misma sensación de que lo observaban esta vez no quiso voltear fue directo a su casa a comer, terminando la comida fue a preparar un baño y la imagen de la niña y el gato, -ojos amarillos y grandes-, murmuro acto seguido se desmayo cayendo al piso descalabrándose y quedando inconciente.

Despertó en una cama elegante y grande , se levanto extrañado en el lugar donde había despertado, se paro, vio que pasaban sirvientes haciendo los labores, para acercarse a ellos tenia que pasar por un pasillo, mientras lo cruzaba este crecía y todas las personas se iban alejando todo empezaba a tornarse negro y triste . Miguel seguía caminando cuando dentro de 20 pasos mas el gato se planto enfrente de el con la cabeza abajo mirando al piso, siguió caminando pero le impedía el paso. – Apártate gato estupido- empezó a gritar aquello le estaba dando un pavor incontrolable, seguía gritando y el gato alzo la mirada, miguel se horrorizo al ver que solamente tenia los huecos de los ojos, el gato empezó avanzar hacia el, miguel retrocedía hasta toparse con un bulto frió que le respiraba en la nuca, el miedo lo invadió totalmente, dio la media vuelta para toparse con unos ojos amarillo que lo miraban fijamente queriendo acribillarlo. Asustado empezó a correr sin dirección por la casa, perdido, simplemente perdido se encontraba, corrió hasta toparse con una pared, el gato le seguía los pasos y el bulto que no era nada mas que la niña lo acorralaron, se acercaban a el, solamente podía esperar no sabia que iba a ocurrir.

Su adrenalina hizo que despertara de aquel sueño tan real, estaba amarrado a la cama del hospital porque se había intentado hacer daño, a lado de el estaba el director de la escuela, había ido para arreglar los papeles del seguro y lupita que fue el lo encontró tirado en la bañera en su propio charco de sangre.

No había explicación para lo que había vivido tan real, pensó contarlo pero temió que lo tomaran como loco simplemente se lo tuvo que guardar. Al día siguiente le hicieron los últimos analices y fue dado de alta con un mes de incapacitación. Su estado no le permitía mantenerse solo, lupita ofreció su ayuda y estuvo con el todo el tiempo para cuidarlo. Miguel le pidió que se hospedara en el cuarto de huésped para alguna urgencia estuviera a la mano alguien, lupita cordialmente accedió.

Lupita era una persona joven de 25 años acababa de terminar su licenciatura en negocios, podría ser una buena pareja con miguel no era mucha la diferencia de edad y aparte los dos vivian la solteria. La incapacidad se alargo un mes mas habia habido complicaciones con su sistema nervioso que estaba muy sensible todavia, en las madrugadas despertaba empapado de sudor por las frecuente pesadillas que tenia acerca de la niña y del gato, ya era un mes de lo acontecido y no podia borrarse las imágenes, le impactaron de una forma exagerada.

Ya era casi el año de lo sucedido en aquella casa ya no sonaba tan mal para el se había recuperado de toda esa pesadilla. Ahora casado con Lupita y con una hija, miguel vivía mejor y mas tranquilo. La casa abandonada quedo igual que antes, sola, los papas de la niña fallecida desaparecieron sin dejar rastro y la casa fue puesta en venta otra vez

Su hija Amalia tenia una fascinacion por los animales, siempre le pedia una mascota con la que pudiera jugar, le habian prometida una para su cumpleaños que era dentro de un par de semanas. Los preparatvos de la fiesta no se hicieron esperar tenia que estar todo listo para el 5 de marzo,que por suerte cai en sabado y ni Lupita, ni miguel trabajaban, tenian toda el dia para disfrutarlo con su hija.

Los niños corrian entre todos los adultos, se veia la felicidad reflejada en ellos, amalia estaba feliz ya habia llegado la hora de los regalos, emocionada abrio todos, al terminar de abrirlos una caja con hoyos y un moño improvisado le llego, la caja se movia sola, amalia no sabia que hacer y le pidio a su mama que lo abriera por ella, un gato blanco salio de ella. La caja venia con una tarjeta que no trai remitente y decia , ¨diviertete con el¨, emocionada lo presumio a todos.

Miguel estaba atendiendo una llamada y se perdio el abrir de los regalos, colgo y su hija entro corriendo dando un tremendo abrazo.-gracias papi era lo que queria, gracias porque hija pues por el gatito es muy lindo-, amalia saco al gato acercandolo a el, miguel sintio temor de nuevo y el gato le gruño, trato de controlarse para que su hija no notora.

- Y como se va a llamar hija-,- pues creo que blanquito -, contesto con su voz de inocencia. Los invitaron habian partido, miguel fue acostarse pero el sueño no lo podia conciliar.

A la mañana le reclamo a su esposa de porque le habria comprado un gato, contesto que ella no habia sido penso que habia sido el. Confundido salio de su casa al trabajo.

Un gato no podia estar en su casa, el temor regreso a el incontrolablemente pidio unas semanas de incapacidad para controlar sus nervios.

A mediados de su primera semana de incapacidad, empezaron a suceder cosas extrañas en la casa, los cuadros se cain, y ese gato se aparecia por todas parte constantemente como si lo estubiera vigilando. Miguel odiaba ese gato parecia un maldicion para el.

Sus pesadillas regresaban, no tenia control de sus nervios se sentía a explotar pero no podía deshacerse de esa cosa su hija la amaba y su esposa también. Amalia tubo cambios de comportamiento y hacías cosas que después no se acordaba que ella las había hecho, su tono de piel empezaba a cambiar, estaba algunas veces pálida o muy blanca como su gato ,cosas muy extrañas pasaban alrededor de ese gato.

Miguel no miraba al gato lo evitaba pero al lado que el iba lo seguía, era acechado como una presa.

Durmió un tiempo tranquilamente empezaba a tener control, después de varias noches de descanso. Un sueño terrible lo despertó, se volvió a despertar empapado de sudor, su corazón latía apresuradamente, cuando se empezó a calmar noto que su esposa no estaba. Se vistió y se dirigió al baño, iba con los pies descalzos y sintió que se pegaban sus pies, estaba a oscuras, alcanzo prender la luz y un inmenso charco de sangre infundaba el piso del baño, alterado fue al cuarto de su hija y no estaba empezó a gritar el nombre de su esposa e hija no había respuesta alguna.

Un ruido en el patio trasero lo sobresalto; se dirigió hacia ella, no sabia lo que se iba a encontrar ahí, una imagen horrenda lo paralizo, su esposa bañada en sangre, abierta del vientre hasta el estomago salía toda la sangre, su piel se torno fría no tenia movimiento de ninguno de sus músculos, empezó a buscar a su hija.

Recorrió con la mirada todo el patio hasta que se topo con la silueta de ella que se mecía, adelante y hacia atrás, se acerco a ella pero no estaba; solamente encontró un cuchillo y dos ojos , aquello le causo asco y nauseas, signos de su hija no había. El llanto lo invadía, un manto blanco se deslizaba enfrente de el y después a su espaldas, los maullidos del gato hicieron que se estremeciera todo su cuerpo, pero, no veía a nadie, camino hacia su casa tratando de no ver a su esposa casi despedazada.

El gato blanco se planto ante el, las cuencas de los ojo estaban ahí, todavía con sangre en ellos, una respiración a su espaldas llegaba a la nuca hizo que un escalofrió le recorriera por toda su espalda, invadido del temor giro su cuerpo y se encontró a su hija, con los ojos amarillos y grandes que se clavaban en el.

Pensó que era un sueño de nuevo pero aun así busco la manera de huir se abrió paso, quito al gato de una patada y corrió hacia el interior de su casa, esperanzado de poder llegar a la puerta principal y abrir. Su hija le cerró el paso, miguel dio la vuelta y siguió corriendo hasta que se topo con una pared que no había existido antes. El gato le seguía los pasos y atrás de el su hija se acercaba. Miguel no podía huir se quedo quieto.

-hija por favor, es el gato- dijo ya con su voz temblorosa, el gato se seguía acercando y su corazón empezó a latir rápido.

- ojos amarillos y grandes-, decía la niña se acercaba a con la mirada fija en el y su corazón latía mas sentía que iba a estallar.

- Ojos amarillos- murmuraba, su corazón empezaba a disminuir, los ojos se empezaban acercar mas y mas; su corazón empezaba a dejar de latir.

Su corazón se paraba y con el último aliento que el cuerpo le dejo, soltó un murmullo,

-ojos amarillos- y su corazón dejo de latir.