Sueño, de una seducción del mal.

Recuerdas aquella sonrisa, aquella palabras murmuradas a tu oído, aquel mandato de sangre. Recuerda las imágenes de aquella visión donde el mal te entrego una daga. Cierra los ojos y recuerda la voz que te mando a cortar gargantas
Mira a los hombres, aun deseas cortar con las aspiraciones de su vida, recuerdas las risa ensordecedora mientras haces desaparecer el brillo de los ojos de aquel hombre que alguna vez amaste.
Luchas, pero sabes que es inútil. Te seduce la voz y lo disfrutas, disfrutas cada corte, cada gota de sangre que obtienes. Lo saboreas y sonríes, te sientes imparable, gozas del poder, crees que dios es pequeño. 
Te crees Dios , te ríes de la ironía del mundo, una mujer siendo Dios en un mundo lleno de hombres.
 Te crees grande, piensas todo pero no sabes nada, se te ha olvidado mujer quien te ha dado ese poder.
Acuérdate de la voz, de la daga, aquellas vidas que robaste por El.
Recuerda los destrozos, las gargantas degolladas, la sutileza y el arte afilado que obtuviste. 
Disfruta el momento te susurran, disfrútalo, que tu momento llegara. 
Mientras tanto despierta y empuña la daga, despierta y acaba con el que duerme a tu lado, despierta e inicia tu camino por el mal.