XXIII
Son los meses de octubre y noviembre
donde mi voluntad se quiebra,
no pienso, no duermo,
solo danzas en mi cabeza
haciéndome sonreír.
Me pierdo en las memorias
y es que son estas fechas
que cobran vida, que susurran
al tiempo y este hace como
que no escucha.
Odio estas fechas que no
las controlo en mi destino,
que no entran en la lista del olvido.
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